¡Gracias! es la palabra luminosa de la ofrenda que diría María Zambrano. Y es la palabra que fluye imparable tras la experiencia vivida con La niña algodón.
En primer lugar gracias a sus autores, Raúl y David por el tierno y bello cuento que nos han regalado y, sobretodo, por la experiencia que han vivido y nos han transmitido, demostrando que lo diverso no solo es posible si no que enriquece el resultado.
Gracias a Ana y “larana gráfica” por el diseño del cuento, los pictogramas, el coro y, especialmente, por su incondicional apoyo.
Gracias a Cristina por su honesto, sincero y espléndido trabajo en diseño textil
Gracias a los ciento noventa y nueve mecenas, sin los que hubiera sido impensable esta hermosa aventura
Gracias a tantos otros que de forma desinteresada y muchas veces anónima, nos han dado su apoyo, sugerencias e iniciativas en estos intensos meses de fecundación, gestación y parto de La niña algodón.